Mi nombre es Edilberto García, soy nativo del territorio de San Antonio en el municipio de Santander de Quilichao. Como fundador de Asobienc recuerdo bien que iniciamos con una cooperativa de consumo de víveres y todo eso.

En mi juventud trabajaba mucho con cerdos y me desplazaba mucho a la vereda Dominguillo. En ese entonces, creo que por los 80, yo pensé que podía montar una rallandería de yuca, pues este cultivo siempre ha sido muy abundante por acá. Hice muchos esfuerzos al inicio para conseguir los recursos necesarios, pero no se pudo en ese momento.

Como fracasó la cooperativa conversé con algunos amigos como Dimas y ya en alianza pudimos darle inicio a la rallandería.

Inicialmente con el proyecto de la cooperativa trabajamos con una entidad llamada ENCOES, que fue algo que no funcionó como dije ahora. Para ese momento llegaron dos jóvenes a nuestra comunidad que fueron Miguel Esguerra y Alberto Rodríguez, lo que dio inicio a nuestra historia con CETEC.

Ellos recién llegaban a este territorio y la vinculación fue inmediata. Alberto siempre estuvo muy agradecido con nosotros y nosotros con él, pues la suma de todos esfuerzos ha traído recompensas para muchas familias de San Antonio; también sé que eso es algo visible en las otras comunidades donde él con CETEC llegó para trabajar con la gente.  

Aquí siempre se ha trabajado con la yuca, aunque esto era una zona más que todo cafetera; sin embargo, con la broca y esas plagas no funcionó a la larga, por lo que gracias a Dios pudimos darle inicio al otro cultivo y empezaron a aparecer los primeros yucales en las parcelas.

Al inicio pasaba que los intermediarios se llevaban el producto y no pagaban, por lo cual el proyecto de la rallandería resurgió y es lo que nos tiene hoy aquí en esta empresa que llamamos Dos Gemas.

De esos tiempos algunos de los amigos están vivos, pero la mayoría si ha muerto. En el caso de Dimas él fue fundador de la asociación y de Dos Gemas, aunque hoy está ya retirado de estos procesos. De hecho, el único de esa época que está activo en la organización soy yo.

Asobienc como organización ha sido muy importante para esta comunidad siendo una generadora importante de empleo tanto directo como indirecto. Aquí están trabajando actualmente tres muchachos en las labores productivas, pero hay muchas posibilidades indirectas como es el transporte de la yuca y los trabajos propios de los cultivos.

Mucha gente siembra el producto, lo venden aquí, y esa plata luego les sirve para llevar la comida a sus casas.

La organización inició con más de 50 personas, aunque muchos cuando la cosa se pone pesada pues se retiran y buscan opciones más inmediatas. Eso es como todo en la vida que uno a veces debe darse como se dice vulgarmente la pela para no renunciar; eso nos deja con que en la actualidad se pueden contar alrededor de 15 asociados.

Las puertas siempre han estado abiertas para los jóvenes, pero ellos piensan muy distinto y no se les ve la motivación. Uno los ve y quieren es trabajar en fabricas más que en lo propio de la comunidad.

Trabajar en el campo tiene sus dificultades y una de ellas es la falta de dinero para los gastos de la producción. También hay situaciones difíciles como fue la pandemia, aunque lo más complejo es la presencia de cultivos ilícitos y la minería que son pandemias aún peores; esas cosas han encarecido todo y han puesto las cosas patas arriba, siendo una característica de esto que muchos ya descartan el trabajo acá y se van para esos lados. Todo esto es común en el Norte del Cauca.

Como representante de la rallandería puedo decir que queremos mejorar y estamos en proceso de formalizar la identidad con su debido logo, aunque sé que esto lo debemos revisar con esta Superintendencia de Industria y Comercio. Para esto sé que con CETEC y con ARDECAN lo podemos gestionar.

Queremos comercializar directamente, pues sabemos que así podemos generar más empleo y prosperidad para las familias de esta comunidad.

Yo nunca negaría donde nací y me he formado como persona. Para mí esta tierra representa todo, y es que aquí nacieron mis seis hijos. Yo considero que este es un territorio de paz, y no es que no pasen cosas malas, pero ante todo la gente que es de San Antonio es pacífica y quiere realmente trabajar por el bien de su comunidad; eso es algo que creo que es una constante de todos y todas.

Aquí tengo mi hogar y vivo con mi compañera de muchos años. Los muchachos si algunos se han ido, uno por ejemplo vive en Palmira y otro en Santander.

Yo quiero a la rallandería y a la edad que tengo sigo aquí para garantizar que a futuro siga creciendo generando empleo digno a las personas que vienen. Desde joven he luchado no solamente para mí, sino que siempre he pensado en el bienestar de los demás.

En la producción de yuca se requiere experiencia. Es necesario que los nuevos productores cuenten con asesoría permanente como la brinda CETEC. Un ejemplo es con las plagas donde si no se cuenta con la guía de los agrónomos se puede fracasar. También en otros asuntos como la fertilización, las propiedades de los cultivos, entre muchas otros.

A la corporación y siempre recordando a Alberto se les agradece por preocuparse por la comunidad, escucharnos y ser aliados para nuestra producción como campesinos y campesinas. Aquí tenemos Escuela Verde y siempre es un recordatorio de que CETEC sigue presente en el corazón de este territorio.

También con Asobienc y Dos Gemas se puede contar que con el liderazgo de los que ya estamos mayores y con las nuevas generaciones que asuman a futuro, la comunidad avanzará hacia lo que quiere que es ser ejemplo a nivel organizativo y productivo para toda esta región.

Asobienc es una de las seis asociaciones veredales beneficiarias del proyecto de yuca industrial, una iniciativa que ejecuta el Fondo Colombia en Paz con recursos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo.

 

 

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